Into the (E)- motion
Llevaba hartos minutos caminando y podía ver como iban cambiando los paisajes, de seco a rústico, de rústico a salvaje, de salvaje a más salvaje y verde, abundante verde con amarillo sol.
Deslicé mis pies en un camino hasta que logré dar con la avenida principal.
Seguí caminando pero pensé, que sería entretenido ir a comer algo asi que dí con un gran supermercado y compré un helado. A medida que lo iba saboreando sentí que estaba cambiando mi mal humor por uno mas estable, más feliz.
Como ya era tarde y el sol se mixturizaba con las nubes negras plomas y candentes como una tarde de invierno, decidí seguir caminando asi que recuperé mi marcha de la silla en que estaba descansando y salí por la mampara automática en dirección a ese lugar.
Lo único malo si se puede decir, es que el pocillo donde guardaba el jodido helado era muy grande asi que no pude disfrutar de la caminata fielmente, pero que le vamos a hacer, tenía hambre, no?
Crucé la avenida por la vereda del frente y recorrí largas calles, a medida que pasaba el tiempo se sentía más frío, menos sol y más gente en las calles, los autos, las bocinas, el frío, el sudor, mi corazón agitado pero electrizado y dopado con las luces encendidas , los carteles, como que de pronto me hallé en cualquier lugar de Nueva York, de noche y podía vibrar al mismo tiempo que ellos, me gstó esa sensación, ...sin importar o sin recordar que solo estaba caminando de noche un viernes cualquiera por Gran Avenida...
Dejé fluir mi imaginación en ese momento, -pensaba-, mientras estaba en mi pieza, con el calefactor prendido, algo acalorado, mientras escuchaba algo de Björk, con los audífonos puestos,
Era una sensación muy agradable, el vaivén de las calles, los almacenes, las puertas, las casas abandonadas, los vagabundos, la sensación de estar siendo filmado por varias cámaras, como en una especie de videoclip, claro que de bajo presupuesto, de bollywood, y con protagonistas de tercera categoría, osea; yo jaja.
Mientras buscaba un basurero para botar el pocillo del helado que me había terminado, me preguntaba, tomaré un atajo, o seguiré caminando?.
Todo se volvió azul oscuro, casi negro. Hasta el sonido de la canción de Björk se apagó.
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